• 1 taza de queso crema
• 1/2 taza de fresas cortadas en trocitos
• 1 cucharada de azúcar glass
• 1 cucharada de pasta de fresa

ELABORACIÓN

Precalentamos el horno a 180º.

Preparamos la bandeja de hornear las cupcakes con doce cápsulas grandes.

Tamizamos la harina con la levadura y el cacao y reservamos.

Mezclamos el aceite con el azúcar. Incorporamos uno a uno los huevos para que se integren muy bien. Añadimos la harina con la levadura y el cacao y mezclamos y vamos agregando la leche y batiendo.

Por último incorporamos la vainilla y mezclamos para que la masa quede homogénea.

Vertemos la mezcla en las cápsulas que teníamos preparadas en la bandeja llenándolas máximo 2/3 de su capacidad y horneamos 20-25 minutos, dependiendo del horno.

Los sacamos del horno y los dejamos reposar 5 minutos en la bandeja y luego los pasamos a una rejjilla para que se enfríen.


Cuando estén fríos cortamos con un cuchillo la parte superior del cupcake al ras de la cápsula y con un cortador (yo utilicé uno de flor) cortamos el centro.

Para preparar la cobertura, mezclamos todos los ingredientes. Después se mete en el frigorífico hasta que tome un poco de consistencia.


Untamos la parte superior del cupcake con la cobertura.

Antes de colocar las tapas de los cupcakes, las espolvoreamos con azúcar glass. Luego las colocamos sobre los cupcakes, presionando un poquito.


Como sólo me habían encargado 6 cupcakes, ya os podéis imaginar quien se comió los otros 6... ¡¡¡Mis niñas!!! Y os puedo asegurar que tuvieron mucho éxito, así que a partir de ahora, cuando haga cupcakes para casa, alternaré los de harina de trigo y los de harina de maiz y arroz como estos.