• 20 ó 25 galletas maría o similares
• 80 gr. de mantequilla (pomada)
• 5 huevos tamaño L 
• 6 ó 7 cucharadas de azúcar
• 400 gr. de queso fresco (yo lo utilizo batido 0% M.G.)
• Mermelada de fresa o miel (para decorar)

ELABORACIÓN

Precalentamos el horno a 180º.

Untar el molde que vayamos a utilizar con un poco de mantequilla o forrarlo con papel de horno. También se puede utilizar un molde de cristal y no desmoldarla (así lo hago yo).

Trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla pomada. Echamos esta mezcla en el fondo del molde y la aplastamos con ayuda de una cuchara.
 

Montamos las claras a punto de nieve con un poco de azúcar para que nos queden tipo merengue.

En un bol batimos con las varillas eléctricas las yemas de huevo con el queso freso y el azúcar y posteriormente le incorporamos las claras batidas a punto de nieve y mezclamos bien con movimientos envolventes con ayuda de una espátula.


Vertemos la crema sobre la base de galletas que habíamos puesto en el fondo del molde y horneamos durante 30 minutos. Sacamos la tarta y dejamos que se enfríe.


Una vez templada podemos adornar con mermelada o con miel.


Y así comenzó una estupenda tarde de domingo con fresas y café...

... Y así terminó.

¡Ya no queda nada para el finde!

• 100 gr. de mantequilla (pomada)
• 200 gr. de icing sugar
• 3 cucharadas de coco rallado (finito)
• 1 cucharada de leche

ELABORACIÓN

Precalentamos el horno a 180º y preparamos las cápsulas en la bandeja de hornear. Tamizamos la harina y con la levadura y la sal. Añadimos el coco rallado y reservamos.

 Incorporamos el yogur y el aceite mezclando bien para que la crema sea homogénea.


Añadimos la harina con la levadura y el coco rallado a la mezcla anterior y batimos hasta que se mezclan bien todos los ingredientes.

Vertemos la mezcla en las cápsulas que teníamos preparadas en la bandeja y horneamos 20-25 minutos.

Una vez fuera del horno, los dejamos reposar 5 minutos y luego los pasamos a una rejilla hasta que se enfríen.

Y aquí los tenéis "my coconut cupcakes"...

¿¿¿¿¿Tan dulce como????? La respuesta correcta es: la leche condensada.

¡¡¡Cómo me conoces María!!!

Os dejé una pista en el Face, como adelanto a esta entrada. Obviamente muchos no me conocéis así que probablemente no entendistéis nada. Os explico... Es una frase que digo muchas veces:  

"muchos besos tan dulces... como la leche condensada"

Y hablando de leche condensada Mary... jejejejjee. Después de lo que me dijiste ayer... ¡¡¡se mira pero no se toca!!! (tú me entiendes)


La leche condensada me trae recuerdos de mi infancia y también de cuando mi madre me contaba que de niña, su madre, mi abuelita, cocía los botes al baño maría para que se quedara cuajada y la tomaban para merendar. ¡¡¡¡Ainsssss me estoy poniendo sentimental!!!


Los plátanos, junto con las fresas y los cítricos, son de mis frutas preferidas, aunque para esta receta tienen que estar maduros y a mi me gustan más bien verdes.

Os animo a que hagáis estos cupcakes. No os podéis imaginar el olor tan maravilloso que desprenden mientras se están horneando ¡¡¡¡Éxito garantizado ya veréis!!!!

INGREDIENTES

Para los cupcakes

Para la buttercream de leche condensada y caramelo

• 110 gr. de mantequilla (pomada)
• 220 gr. de icing sugar
• 4 cucharadas (a topeeeeee) de leche condensada
• Caramelo líquido

ELABORACIÓN

Precalentamos el horno a 180º y preparamos las cápsulas en la bandeja de hornear.

Tamizamos la harina con la levadura, el bicarbonato y la sal. Añadimos el crocanti de almendras y reservamos.

Trituramos el plátano con la cucharada de limón y con la leche y también reservamos.

Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que vaya blanqueando e incorporamos sólo la yema del huevo y seguimos batiendo hasta que todos los ingredientes queden bien ligados.

Vamos añadiendo progresivamente a la mezcla de la mantequilla los ingredientes secos (harina...) y los ingredientes húmedos (plátano...), primero un poco de unos y a continuación un poco de los otros ingredientes hasta acabar de mezclarlos con ayuda de una espátula.

Montamos la clara a punto de nieve y la añadimos a la crema anterior y mezclamos con movimientos envolventes.

Vertemos la mezcla en las cápsulas que teníamos preparadas en la bandeja y horneamos 20 minutos.

Una vez fuera del horno, los dejamos reposar 5 minutos y luego los pasamos a una rejilla hasta que se enfríen.

Preparamos la buttercream y para ello, tamizamos el azúcar y reservamos.

Batimos la mantequilla a velocidad baja hasta que quede suave y vamos incorporando el azúcar poco a poco. Incorporamos la leche condensada y cuando esté todo bien mezclado, subimos la velocidad y batimos 5 minutos más. 

Finalmente añadimos un poco de caramelo (para rematar el aporte calórico) y terminamos de mezclar.

Adornamos con la manga pastelera (boquilla 1D de Wilton en este caso de fuera hacia dentro) y rematamos con un chorrínnnn de caramelo líquido.

1. plátanos
2. leche condensada
3. caramelo

los demás ingredientes los tenéis seguro... Aaaaaaaahhhhh y me lo contáis el lunes ¿vale?

¿Hay algo mejor que visitar a una amiga y compartir una tarde de cafés con leche y dulces? Eso pensé yo cuando mi mami me dijo que iría a ver a una antigua compañera de trabajo...

Esta es una receta de Nestlé Postres muy sencilla, con algunas variaciones y el toque "Cook the cake", que bajo mi punto de vista le da un gusto delicioso

ELABORACIÓN

Precalentamos el horno a 250º.

Colocamos las 6 cápsulas en la bandeja de hornear.

En un bol echamos el chocolate, la mantequilla y 2 cucharadas de agua y lo calentamos 1 minuto 30 segundos en el microondas a potencia 600w. Lo sacamos y mezclamos hasta que esté totalmente fundido y ligado con la mantequilla.

Tamizamos la harina con la levadura.

Batimos los huevos con el azúcar y la ralladura de naranja y agregamos el Cointreau.

Añadimos poco a poco la harina con la levadura y seguimos batiendo y vamos incorporando el chocolate fundido a la mezcla con movimientos envolventes.

Vertemos la mezcla en las cápsulas rellenando más o menos 1/3 de la cápsula.

Colocamos dos onzas de chocolate en cada cápsula.


Y ahora cubrimos con el resto de la mezcla.


Horneamos 7 minutos a máxima potencia y... ¡¡¡ya están listos!!!

Lo ideal es comerlos calientes porque en el interior el chocolate está fundido. Pero doy fe que a temperatura ambiente, están buenísimooooossssssss nooooo ¡lo siguiente!

Se me ocurren muchos acompañamientos: helado de vainilla, nata, naranja confitada... Pero yo utilicé fresas que son frutas de temporada. ¡¡¡Aaaaaahhhh!!! y una mini tableta de chocolate negro hecha con mi molde de bombones. 

Para la buttercream de queso mascarpone

• 60 gr. de mantequilla (a temperatura ambiente)
• 125 gr. de queso mascarpone (a temperatura ambiente)
• 300 gr. de azúcar glacé

ELABORACIÓN

Precalentamos el horno a 180º.

Batimos un poco las frutas del bosque descongeladas, sin llegar a triturarlas, con la leche y reservamos.

Preparamos la bandeja de hornear las cupcakes con doce cápsulas grandes (yo he alternado las fucsias y las azules)

Tamizamos la harina con la levadura y reservamos.

Batimos la mantequilla con el azúcar e incorporamos los huevos de uno en uno hasta que se integren.

Añadimos la mitad de la harina con la mitad de la leche y las frutas del bosque y seguimos batiendo e incorporando todos los ingredientes sin dejar de batir. La mezcla saldrá un poco más líquida que de costumbre ya que las frutas rojas sueltan un poquito de agua.

Vertemos la mezcla en las cápsulas que teníamos preparadas en la bandeja y horneamos 25-30 minutos (un poquito más que normalmente para que cuajen bien). Aún así, saldrán súper jugosas.

Los sacamos del horno y los dejamos reposar 5 minutos y luego los pasamos a una rejjilla hasta que se enfríen.

Tamizamos el azúcar y la añadimos junto a la mantequilla y batimos a velocidad baja. Posteriormente añadimos el queso y batimos la mezcla durante unos minutos hasta que blanquee y quede cremosa.

Para hacer las rosas seguí los pasos del fantástico vídeo tutorial de Alma Obregon  "rosas de fondant paso a paso" que me sirvió de mucha ayuda. No me han quedado mal ¿no?

Como continuación a la fiebre "Monster High" y como el domingo Cristina celebró su "Fashion Day", me pidió que hiciera cupcakes para regalar a sus amigas que vinieron a la fiesta.

Pero no podían ser unos cupcakes cualquiera después de personalizar todo para que fuera una fiesta "Divina de la Muerte".

 

Y digo yo: "¿no habrá moldes de los ojos de Monster High? Porque la cara tiene un pase, pero los ojos...". El rotulador comestible se habría acabado antes de pintar las pestañas a todas. Decididamente soy una máquina de hacer lazos. Jejejejjee.

Tengo que reconocer que tuve un poco de ayuda, sino hubiera sido imposible: ¡¡Había muchas cosas que preparar!!

Los cupcakes eran de fresa con buttercream de fresa también, aunque teñida de morado. ¡¡¡¡Pink, pink, pink!!!!

INGREDIENTES

Para los cupcakes de fresa

• 110 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
• 200 gr. de harina
• 220 gr. de azúcar
• 1 cucharadita de levadura en polvo Royal
• 2 huevos tamaño L
• 4 cucharaditas de Nesquick de fresa
• 1 cucharadita de extracto de fresa
• 125 ml. de leche semidesnatada
• Sirope de fresa

Los sacamos del horno y los dejamos reposar 5 minutos y luego los pasamos a una rejjilla hasta que se enfríen. Luego utilicé un descorazonador de manzanas para hacer un agujero en el centro y rellenarlo con sirope de fresa.

Para preparar la buttercream, tamizamos el azúcar y reservamos.

Batimos a velocidad baja la mantequilla hasta que quede suave y vamos incorporando el azúcar poco a poco y después el extracto de fresa. Cuando esté bien mezclado subimos la velocidad y batimos unos 5 minutos. Luego pasamos la crema a un bol y la teñimos con el colorante. Para decorar los cupcakes utilicé una manga pastelera con la boquilla 1M de Wilton.

La carita de Monster High (la hice el día antes), con fondant blanco, negro y fucsia de la marca Sodifer. En el fondant blanco eché un poco de CMC para hacerlo más elástico y que endureciera antes. Luego pegué los ojos con un pincel y un poquito de agua y el lazo con icing para que quedar bien sujeto. El contorno de la cara lo pinté con un rotulador negro comestible.


Antes de envolverlos y como el domingo hizo muchooooooo fríooooooo, los saqué un ratito a la terraza para que la buttercream tuviera un poco de consistencia.

No sé si os lo había dicho, pero... ¡¡¡Me encanta hacer cupcakes!!! Ya séeeeee... Últimamente estoy monotemática, pero es que es ¡¡no puedo parar!!!

ELABORACIÓN

Precalentamos el horno a 180º.

Tamizamos la harina con la levadura y el cacao y reservamos.

Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que estén cremosas e integradas. Incorporamos uno a uno los huevos y la esencia de vainilla.

Añadimos la mitad de la harina con la mitad de la leche y seguimos batiendo y vamos incorporando el resto de harina y de leche sin dejar de batir.

Vertemos la mezcla en las cápsulas rellenando más o menos 2/3 de la cápsula.

Horneamos 20-25 minutos, dependiendo del horno. Podemos meter un palillo para comprobar si los cupcakes están hechos.

Los sacamos del horno y los dejamos reposar 5 minutos y luego los pasamos a una rejjilla.

Y luego les coloqué un cupcake de fondant encima que hice con fondant blanco teñido con los colorantes de Wilton.

Un año después de empezar con todo esto, por aquí sigo. Hoy toca tarta, que es el cumpleaños de mi princesita pequeña. ¡¡¡Cumple nueve años y le encanta Monster High!!!

Os presento a Frankie, Cleo de Nile y Draculaura... una pequeña muestra de su colección...

Hemos pasado de la inocente Hello Kitty a algo un pelin más "heavy". Un, dos, tres ¡¡¡deseo concedido!!!

La imagen de Monster High, la calavera famosa, la hice el día antes para que se secara pero no se secó lo suficiente por la humedad del ambiente.

Imprimí una plantilla de Internet y fui cortando todas las piezas para ir haciéndolas después con los diferentes colores de fondant. El lazo lo hice aparte y lo pegué con icing.

Hice 2 tartas. La grande de 24 cm. y la pequeña de 16 cm. y las rellené de mermelada de fresa y ganaché de chocolate. Acordaos de que hay que poner unas pajitas a modo de pilares para que al colocar el piso superior, no se hunda el inferior. La cobertura: buttercream de fresa ¡¡¡Ummmm para chuparse los dedos!!!

Luego cubrí ambas con fondant negro. Por cierto, un fondant que no había utilizado antes y que aparte de venir embasado al vacío lo cual evita que se seque, es estupendo de moldear y súper manejable. Es de la marca Sodifer.

El piso de abajo lo decoré con rombos fucsias y rosas y con unas líneas de fondant a modo de pespuntes. También puse una tira de bolitas (tamaño grande) que hice con un molde de silicona especial.

Recordad que antes colocar el piso de arriba tenéis que poner un disco de cartón debajo de la tarta pequeña y pegarlo a la grande con un poco de icing.

Para decorar el piso de arriba hice unos pespuntes en forma de rombo con el marcador de costuras de Wilton y luego con un cortador con expulsor de la marca Kitchen Craft, fui cortando y colocando las estrellas al mismo tiempo. ¡¡Comodísimo!! Os los recomiendo.

Quedaba lo más difícil: colocar la calavera encima de la tarta. Y digo lo más difícil porque la idea original no era ésta. La "Monster" tenía que ir vertical, coronando la tarta (así había querido yo que fuera), pero como os decía antes, con la humedad ambiental la cara no se secó del todo y el peso impedía que quedara rígida sin destrozar la tarta.

Así que en el último momento ¡¡cambio de planes!!. Tuve que hacer una estructura (con el cartón de un rollo de papel de cocina) y cubrirla con fondant negro y sobre ella, apoyar a "my Monster".

Lo de las estrellitas fucsias se me ocurrió sobre la marcha, por dar algo más de colorido a la parte de arriba.

Aaahhhhh. La base sobre la que coloqué la tarta era una bandeja lacada que tenía por casa con un círculo de goma eba morado.

También hice unas estrellas coordinando los diferentes colores de la tarta que coloqué en la bandeja y en una de ellas aproveché para poner los años que cumple Cris.

Por último coloqué unos alambres con unas estrellas en dos tonos de rosa que me pareció que le darían "una gracia" al conjunto.