Madre mía ¡qué frío hace!

Esta es la frase más escuchada este fin de semana, al menos en Madrid, y es que las temperaturas han caído en picado. Hemos pasado de tener 20º C la semana pasada, a dividir entre dos y no llegar a los 10º C.

Este frío polar, que por otro lado, es lo normal para estas fechas, nos ha sorprendido, por lo menos a mi, que ya me había acostumbrado al solecito, a ir en mangas de camisa y a llevar un jersecito "por-si-aca". La semana pasada sin ir más lejos, vino una amiga blogger de La Coruña y estuvimos paseando por el centro de Madrid y a media mañana, hasta hacía calor.


Fijaos si me ha pillado desprevenida este frío, que la receta que hoy os traigo, es de lo más primaveral. La tenía que haber reservado para el mes de marzo o haber elegido otros moldes para hacerla, tipo casita de jengibre, copo de nieve o algo así, que acompañaran más a la estación.


Pero bueno, aquí vengo yo poniendo la nota de color, la nota primaveral a este frío día de noviembre. Me resisto a ponerme el gorro y los guantes y desaparecer debajo de la manta. Así que, y como dice el refrán "al mal tiempo buena cara", y yo añado "y muchas flores" y si se pueden comer y tienen sabor a lima, muchísimo mejor.


Os cuento un secreto: es la primera receta en la que utilizo semillas de amapola. Tenía muchísima curiosidad por probarlas, ya que había oído hablar mucho de ellas. Además, curiosamente, por lo general casi siempre se utilizan en bizcochos cítricos.

Como ya sabéis y si no lo sabéis os lo cuento, a mi me encantan los bizcochos, bueno, los postres en general, preparados con limones, limas, naranjas, mandarinas... así que, las ganas de probar las semillas de amapola, se han juntado con mi pasión por los cítricos y el resultado son estos mini cakes de lima con semillas de amapola que os enseño a continuación.


INGREDIENTES

Para los mini cakes

• 190 gr. mantequilla a temperatura ambiente
• 190 gr. de harina
• 190 gr. de azúcar glacé
• 3 huevos grandes
• 1 cucharadita de levadura
• 1/4 cucharadita de sal
• 3 cucharadas de semillas de amapola
• Ralladura de 2 limas
• 30 ml. de leche entera
• 80 gr. yogur griego natural

Para el glaseado

• Azúcar glacé
• Zumo de lima
• Colorante amarillo

ELABORACIÓN

Precalentamos el horno a 170º C y engrasamos el molde (en este caso he utlizado el molde Platinum Buttercup Cakelet Pan de Nordic Ware).

En un recipiente, tamizamos la harina, la levadura y la sal y añadimos las semillas de amapola y revolvemos con una cuchara para que se mezclen bien.

En un recipiente ponemos el azúcar y la ralladura de lima y batimos un poco para aromatizar el azúcar. Agregamos la mantequilla y la batimos con el azúcar hasta que quede una crema suave.

Añadimos los huevos de uno en uno batiendo bien antes de añadir el siguiente. Ahora vamos a incorporar los ingredientes secos en tres veces mezclando bien antes de volver a añadir más ingredientes secos. Antes de añadir la última parte de la harina incorporamos el yogur y la leche a la mezcla revolviendo hasta que todos los ingredientes estén perfectamente integrados y por último añadimos el resto de harina y mezclamos bien.

Vertemos la mezcla a partes iguales en las cavidades del molde y horneamos durante 45 minutos o hasta que insertando un palillo, éste salga limpio.

Dejamos en el molde 10 minutos y transcurrido este tiempo, giramos el molde sobre una rejilla y dejamos que los mini bizcochos se enfríen por completo en ella.

Mientras, preparamos el glaseado y para ello mezclamos el zumo de limón con el azúcar glacé añadiendo pequeñas cantidades de azúcar hasta que el glaseado nos quede de la consistentencia deseada.


Con ayuda de un pincel, primero "pintamos (glaseamos) los pétalos de las margaritas con el glaseado blanco. Una vez hayamos acabado, echamos una pizca de colorante amarillo en el glaseado para teñirlo y con él pintamos los centros de las margaritas. Dejamos que el glaseado se seque y ya están listas.


Como veis ésta es otra manera distinta de decorar estos mini cakes, darlos un toque de color y no presentarlos tal cual salen del horno. Además de que es una manera muy original y que resulta muy atractiva a la hora de servirlos, por ejemplo a la hora de merendar.


Me encanta la textura que aportan las semillas de amapola a la miga del bizcocho. Ese toque llamémosle "crujiente", además de un aporte extra de sabor, que yo diría se parece un poco al de las nueces.


Así que, y visto el sabor y textura de estos mini cakes, ya he guardado una bolsita de semillas de amapola en mi despensa y las seguiré utilizando en bizcochos y demás postres, porque el resultado me ha encantado.