En general me gustan casi todos los frutos secos, exceptuando las nueces que me parecen muy sosas.

¿Sabíais que las avellanas son altamente nutritivas por su contenido en proteinas, grasas y minerales?


Y ¿que ayudan a combatir el estreñimiento, a bajar los niveles de colesterol y a prevenir las enfermedades cardiovasculares y evitar la descalcificación?

Así que, como tenía unas avellanas en casa, se me ocurrió hacer unos cupcakes para el desayuno.


INGREDIENTES

• 200 gr. de azúcar
• 100 gr. de mantequilla
• 200 gr. de harina
• 1 1/2 cucharadita de levadura
• 3 huevos
• 120 ml. de leche
• 100 gr. de avellanas trituradas
• Avellanas y azúcar para decorar

ELABORACIÓN

Precalentamos el  horno a 170º C.

Batimos la mantequilla con el azúcar. hasta que la mezcla este blanquecina.

Añadimos los huevos y seguimos batiendo. A continuación agregamos la harina y la levadura previamente tamizadas.

Finalmente añadimos la leche y por último las avellanas trituradas.

Colocamos las cápsulas en la bandeja de hornear y las llenamos más o menos por la mitad.

Espolvoreamos azúcar por encima y un puñadito de avellanas en trocitos y horneamos 20 minutos aproximadamente.


Son unos cupcakes ideales para el desayuno, para "mojarlos" en el café con leche. Jejejejejjee.


Espero que os haya gustado la receta. ¿Que mejor manera de empezar el día que con estos cupcakes?

Me encantan los cheesecake... el NY cheesecake, el lemon cheesecake, el Oreo cheesecake, pero el que ahora acabo de descubrir (redoble de tambores), el banana cheesecake, ni que decir tiene que se ha convertido en el primero de la lista de mis preferidos.


Casi todas las recetas que he visto de cheesecake de plátano, estaban hechas con bananas.


Yo he preferido sustituir las bananas por nuestros maravillosos plátanos de Canarias. También he añadido un chorrito (generoso) de crema de whisky a la masa, que de verdad, no os podéis imaginar el saborcillo tan rico que le aporta.


INGREDIENTES

Para la base (molde de 22 cm.)

• 210 gr. de galletas tipo Digestive
• 120 gr. de mantequilla

Para la tarta

• 425 gr. de queso tipo Philadelphia
• 250 gr. de queso mascarpone
• 225 gr. de azúcar
• 6 huevos tamaño L
• 4 plátanos
• Zumo de limón
• 40 ml. de Baileys
• 1 cucharadita de canela

Para la cobertura

• Nata montada
• Plátano en rodajas

ELABORACIÓN

Precalentamos el horno a 180º.

Llenamos un recipiente con agua y lo introducimos en el horno, ya que la tarta la vamos a hacer al baño maría.

Primero vamos a hacer la base del cheesecake. Para ello trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla a temperatura ambiente.

Con esta mezcla, forramos el fondo de un molde desmontable (con una capita gruesa) y dejamos en la nevera unos 10 minutos.

Hacemos un puré con los plátanos (yo lo hice aplastándolos con un tenedor) y los rociamos de zumo de limón para que no se oxiden. Reservamos.

Ahora vamos con el relleno. Batimos los huevos con el azúcar. A continuación añadimos el queso Philadelphia y el mascarpone y seguimos batiendo.

Agregamos los plátanos, la canela y el Baileys y batimos para que todos los ingredientes se integren perfectamente.

Forramos el molde con papel de aluminio para que no entre agua y volcamos la mezcla encima de la base de galletas.

Horneamos 30 minutos a 180º. Pasado este tiempo bajamos la temperatura a 170º y horneamos 45 minutos más, o hasta que introduciendo un palillo, éste salga limpio.

Para la decoración yo utilicé nata montada y rodajas de plátano.


Los cheesecakes en general son bastante jugosos, pero éste concretamente aún más. El plátano machacado le da una textura suave y muy agradable y el Baileys también le aporta cremosidad.


Creo que a partir de ahora haré un estudio exhaustivo de los cheesecake e intentaré encontrar el cheesecake perfecto.


Observaciones:

A pesar de que generalmente las galletas que se emplean para hacer la base de los cheesecake y  las que yo he empleado en esta ocasión, son las tipo Digestive, prefiero utilizar galletas tipo María y hornearlas 10 minutos en vez de refrigerarlas. 

Tengo la sensación de que cuando horneamos la base de galletas, la "sellamos" y luego no se humedece tanto cuando volcamos la mezcla en el molde e introducimos en el horno.

No hay quien nos entienda... Cuando hace frío queremos que llegue el verano. Cuando hace calorcito en Octubre echamos de menos las medias y las botas...


Pues bien, porque ya parece que hemos dejado atrás el verano, porque ya ha empezado el fresquito mañanero y porque las tartas de manzana son mi perdición, damos la bienvenida al otoño con este apple pie típicamente americano.


Es una receta laboriosa, para que vamos a engañarnos y requiere tiempo, tanto en el horneado como en la preparación de la masa y el relleno.


INGREDIENTES

Para la masa

• 310 gr. de harina
• 225 gr. de mantequilla fría
• 60 ml. de agua fría
• 1 cucharadita de sal

Para el relleno

• 1250 gr. de manzanas (yo usé Golden y Fuji)
• Zumo de 1 limón
• 90 gr. de azúcar
• 1 yema
• 2 cucharadas de canela
• Un pellizco de sal
• 20 gr. de mantequilla en trocitos
• Azúcar para decorar

ELABORACIÓN

Para preparar la masa de la tarta mezclamos la harina con la sal y añadimos la mantequilla muy fría en cubitos y mezclamos con ayuda de las manos hasta conseguir una masa arenosa. Añadimos el agua fría y seguimos mezclando sin amasar en exceso.

Dividimos la masa en dos partes, las cubrimos con papel film y las metemos en la nevera una hora.

Mientras tanto preparamos el relleno. Pelamos y cortamos las manzanas en trocitos pequeños o láminas y las ponemos en un bol al que también añadimos el zumo de limón, la canela, la sal y el azúcar y mezclamos bien.

Cuando la masa se haya enfriado, extendemos con ayuda de un rodillo una de las dos partes de la masa, y forramos con ella un molde.

A continuación rellenamos con las manzanas y repartimso por encima los trocitos de mantequilla y cubrimos con la otra mitad de la masa.

Luego haremos unos cortes en la masa para que "respire". Yo en este caso hice un árbol y con un poquito de masa fui haciendo unas hojas para adornar. Con un poco de colorante disuelto en agua le di un poquito de color a las hojas.

Pintamos la superficie de la tarta con un pincel y la yema de huevo para que cuando la horneemos quede dorada y espolvoreamos un poco de azúcar por encima.

Precalentamos el horno a 200º C y horneamos 20 minutos. Luego bajamos la temperatura a 180º C y horneamos de 50 a 60 minutos o hasta que pinchando la tarta, notemos que las manzanas estén muy blanditas. Depende del horno y del tipo de manzanas que utilicéis.
 

Me encanta el olor a canela y manzana que desprede la tarta mientras se hornea. Bueno, y el sabor que tiene cuando le hincas el diente.


Los trozos de manzana están blanditos como si fueran mantequilla y aromatizados con la canela. Bueno ¡¡ya!! que sólo de pensarlo se me hace la boca agua.

Y a continuación la prueba de mi pasión por las tartas de manzana.


Una misma receta y dos presentaciones diferentes... Para gustos, ¡¡¡las manzanas!!!!

Fuente: Martha Stewart

Todos conocemos el famoso "bizcocho de yogur de limón" muy socorrido y perfecto para el desayuno. Pues bien, estos cupcakes son una adaptación.


Pensé que así sería más fácil y no habría que cortar y repartir por las mañanas. Incluso si quieres te "lo llevas puesto". Ideal ahora con la vuelta al cole.


Ya sabéis que la medida es el propio vaso de yogurt.

INGREDIENTES

Para los cupcakes (18 unidades)

• 1 yogurt de limón
• 3 huevos tamaño L
• 2 medidas de azúcar
• 3 medidas de harina
• 15 gr. de levadura
• 1 medida de aceite de girasol
• Ralladura de 1 limón

Para el glaseado

• El zumo de 2 limones
• 150 gr. de azúcar glass
• La ralladura de 1 limón

ELABORACIÓN

Precalentamos el horno a 180º.

Separamos las claras de las yemas. Montamos las claras a punto de nieve (así los cupcakes quedarán súper esponjosos).

Batimos las yemas con el azúcar e incorporamos las claras a punto de nieve y el yogurt y seguimos batiendo hasta que estén perfectamente integrados todos los ingredientes.

Añadimos la harina y la levadura previamente tamizadas y el aceite de girasol. Por último agregamos la ralladura de limón y mezclamos bien la masa.

Colocamos las cápsulas en una bandeja y las llenamos más o menos a la mitad. Horneamos 20 minutos dependiendo del horno. Nos aseguramos que están hechos introduciendo un palito de brocheta y comprobando que sale limpio.


Mezclamos el zumo de los limones con el azúcar glass teniendo cuidado que no se formen grumos y que el azúcar esté perfectamente disuelto.

Sacamos los cupcakes del horno y dejamos que se enfríen antes de glasearlos.

Con las claras a punto de nieve, conseguimos que estos cupcakes estén muy esponjosos. Al glasearlos lo que conseguimos es que además, estén muy jugosos.
 

Como veis, la receta es súper sencilla y a los niños les encanta.