Este año me ha dado por las tartas heladas y en cambio no he preparado apenas helados de palo... Y mirad que me gustan y sobretodo y como os decía el año pasado, me encanta decorar los palitos de madera y ponerles chorradas.
Pero ¡no os preocupéis!, que ya se yo que no lo estáis, pero es que todavía queda mucho verano y todo se andará y esta primera etapa de tartas heladas, dejará paso a una segunda etapa de polos, bombones helados y demás variedades para todos los gustos.
Pero es que no se me ocurre mejor manera que terminar una comida o una cena que con una tarta de este tipo, de varios sabores, fresquita, que la sacas unos minutos antes del postre y cuando te la vas a tomar, con el calor que esta haciendo en casi todas las ciudades de España, esta perfecta y se deshace cremosa en la boca.
No está resultando tan mal esto de cocinar con dos ingredientes ¿verdad? Vamos a por el cuarto mes de la segunda vuelta del Reto "Alfabeto Dulce" y desde luego que de nuevo nuestros anfitriones Rosi del blog "Mi Mundo Pincake" y Goyo de "I Cake 4 U" se han portado de lujo, y han elegido dos ingredientes ideales para "postrear": la vainilla y las frambuesas respectivamente.
Con estos dos ingredientes, el abanico de posibilidades es inmenso. La vainilla, todo un clásico en mi lista de ingredientes de cabecera, casi todos los postres la admiten y si encima te encanta como a mi, al resto de postres también se la pones.
Las frambuesas tan delicadas y con ese sabor ácido tan característico de las frutas del bosque son ideales para preparar mousses, helados, bizcochos, gelatinas, salsas o simplemente para adornar y presentar un plato, ya sea dulce o salado y darle ese toque de color. A mi particularmente me encantan combinadas con limón o lima si lo que queremos es un sabor todavía más ácido y refrescante o contrarrestando el sabor extremadamente dulce del chocolate blanco.
Si es que las prisas no son buenas nunca... Y vosotros pensaréis: ¿y esto qué tiene que ver con la receta de hoy? Pues sí, sí tiene que ver y es que os tengo que confesar algo: la tarta en principio no iba a ser helada. Había pensado que tuviera dos texturas, la textura de la mousse de frambuesas y la textura tipo flan de la crema de vainilla y pistachos, pero finalmente no eché suficiente gelatina en la crema y no se cuajó tal y como yo esperaba y claro, después de que estaba en el molde sobre la mousse que estaba perfectamente cuajada, ya no había vuelta de hoja, así que no me quedó otra que congelarla para así poderla desmoldar.
Yo os he dejado las cantidades para prepararla sin congelar, ahora sois vosotros los que tenéis que elegir cual de las dos presentaciones os apetece más, tipo postre frío o tipo tarta helada. No es por nada, pero me alegro de haberla congelado, porque me encantó el resultado final.
INGREDIENTES
Para la mousse de frambuesas
- 230 gr. de nata líquida para montar
- 3 hojas de gelatina
- 125 gr. de queso crema
- 25 gr. de azúcar
- 125 gr. de frambuesas
- Ralladura de 1 limón
- Zumo de ½ limón
Para la crema de vainilla y pistachos
- 750 ml. de leche semidesnatada
- 1 cucharada de Maizena
- 6 hojas de gelatina (3 si váis a congelarla)
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla
- 5 cucharadas de azúcar
- 2 puñados de pistachos picados
Para el coulís de frambuesas y la decoración
- 100 gr. de frambuesas
- 3 cucharadas de azúcar
- 1 cucharadita de agua
- Frambuesas (al gusto)
- Nata montada
- Pistachos (en trocitos)
ELABORACIÓN
Ponemos la gelatina en remojo en un recipiente con agua fría unos 20 minutos hasta que se hidrate.
Batimos el queso crema con el azúcar, y la ralladura de limón. Reservamos.
Trituramos las frambuesas añadiendo una cucharadita de agua y las pasamos por un colador para eliminar las semillas. Reservamos.
Calentamos un poco el zumo de limón en el microondas (sin necesidad de que hierva) y añadimos las hojas de gelatina bien escurridas. Revolvemos e incorporamos a la crema de queso. A continuación también añadimos las frambuesas trituradas y mezclamos.
Montamos la nata a punto de nieve y cuando esté lista la incorporamos a la mezcla de queso y frambuesa y mezclamos bien con movimientos envolventes.
Si utilizamos un molde de silicona (como he hecho yo) no es necesario que lo engrasemos ya que desmoldar la tarta nos va a resultar mucho más fácil que si empleamos un molde rígido.
Vertemos la mousse de frambuesa en el molde. Golpeamos el molde levemente contra la mesa para que la mousse se distribuya bien por todos los huecos del molde y refrigeramos hasta que cuaje.
Para preparar la crema de vainilla hidratamos la gelatina en un recipiente con agua fría unos 20 minutos.
Ponemos la leche (separamos medio vaso) y el azúcar en un cazo a fuego fuerte. Añadimos la vainilla y revolvemos.
En la leche que hemos separado disolvemos bien la Maizena y un poquito antes de que la leche que tenemos al fuego empiece a hervir, añadimos la mezcla de Maizena sin dejar de revolver para que no se pegue porque empezará a espesar y llevamos a ebullición y dejamos cocer unos minutos.
Retiramos del fuego y cuando haya enfriado un poco pero aún esté caliente, añadimos las hojas de gelatina hidratadas y mezclamos bien. Por último añadimos los pistachos y dejamos enfriar un poco antes de verter la crema en el molde sobre la mousse de frambuesas.
Metemos en el congelador durante toda la noche.
Para preparar el coulís de frambuesas ponemos en un cazo las frambuesas, con el azúcar y el agua y cocemos durante unos 15 minutos.
A continuación pasamos por un colador la salsa para eliminar las semillas. Dejamos que se enfríe a temperatura ambiente y luego la metemos en el frigorífico hasta el momento de utilizarla.
Desmoldamos la tarta y la decoramos a nuestro gusto. Yo he utilizado un poco de nata montada, frambuesas y pistachos en trocitos. Por último he echado por encima un poquito del coulís de frambuesas (si véis que no está muy líquido podéis calentarlo un poco en el microondas).
Un postres refrescante ideal para estos días de calor y para los que faltan aún por venir, que estamos a mitad de verano y todavía nos quedan muchos helados por tomar.
Y como fin de fiesta yo creo que no está nada mal. Hemos cumplido sobradamente con una año de retos desde las últimas vacaciones de verano de 2015, así que, ahora sí, nos lo merecemos y por eso nos vamos de vacaciones.
El #retoalfabetodulce se despide hasta el próximo 25 de septiembre, día que tendremos una cita con dos nuevos ingredientes.
Mientras tanto espero que disfrutéis del verano, de las vacaciones, la familia, los amigos, la piscina, el campo, el mar, la montaña, los viajes y sobretodo que descanséis, carguéis pilas y vengáis llenos de energía para afrontar con alegría la "vuelta al cole".
Muchos besos y hasta la vuelta.
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